Te esperamos el 14 de diciembre en Neuquén capital. No te quedes afuera de la fiesta de año.
El día 8 de marzo de 1908, en Nueva York, un centenar de mujeres empleadas en una industria textil murieron en un incendio luego de que se declaran en huelga con permanencia en su lugar de trabajo. Posteriormente, en el año 1977, la Asamblea General de Naciones Unidas, designó oficialmente la fecha referida como el Día Internacional de la Mujer, instalando esa conmemoración como jornada de reflexión y de lucha.
Este día fue entonces institucionalizado en remembranza a la lucha de la mujer por la igualdad, el reconocimiento y el ejercicio efectivo de sus derechos.
Sin duda que este es un buen momento, no solo para reflexionar acerca de los avances logrados y conmemorar la valentía de las mujeres que han jugado un papel clave en la historia de la humanidad, sino que es una oportunidad propicia para seguir trabajando en la equidad, dejar de lado la mirada de la igualdad histórica entre hombres y mujeres, para dar paso a una igualdad real, destapando los mecanismos de discriminación oculta y desterrando los estereotipos sexistas.
Este camino es de largo recorrido y requiere de nuestra parte, como operadores y operadoras jurídicas, una continuidad del compromiso asumido, que permitan que la justicia cumpla con su rol protectorio de derechos y es en esta tarea que resulta necesario integrar la mirada de género en la justicia y juzgar con perspectiva de género.
“…Juzgar con perspectiva de género significa integrar la mirada feminista en la justicia para interpretar un ordenamiento jurídico (construido con severas carencias de género) de forma equitativa, contextualizada y respetuosa de los derechos humanos de las mujeres. Aplicar un enfoque de género supone franquear los estereotipos sexistas, porque jueces y juezas nacemos y nos educamos y opositamos en la misma sociedad machista que el resto de las profesiones y estamos igual de contaminados, pero con mayor responsabilidad social porque nuestras decisiones tienen gran impacto humano. Para romper los estereotipos machistas dentro del mundo de la justicia, hacen falta cambios endógenos y exógenos…” (Gloria Poyatos Matas, Magistrada y Presidenta de la Asociación de Mujeres Juezas de España)
Es por ello, que desde nuestro rol, debemos defender y contribuir no solo al avance de la igualdad, sino al progreso de la justicia, realizando y propiciando todo tipos de procesos y formación continua que contribuyan al fortalecimiento de la capacidad de respuesta en el servicio de justicia frente a esta problemática; incorporando todo tipo de herramientas, que nos permitan, no solo detectar y tornar visibles las discriminaciones basadas en el género, sino producir cambios concretos en el tratamiento de estas situaciones, cada cual desde su rol y su incumbencia.
Esta mirada de género en términos coloquiales implica la sensibilización de cada uno de las operadoras y de los operadores para percibir las particularidades de cada caso y a partir de allí remover los obstáculos que se erigen en el efectivo acceso a la justicia.